El convento de la Encarnación

Este Convento se ubica en pleno centro. Su acceso tiene cabida en la plaza de la Virgen de los Reyes.

Para remontarnos a su origen debemos reseñar que en este mismo lugar se extendía el Hospital de Santa Marta, que el Rey Fernando en 1260 hiciera instaurar para atender en un principio a los tuberculosos, por ello también este edificio se conoce como el Convento de Santa Marta.

A ello también colabora la contigua plaza de Santa Marta, que tras una barreduela recoge en uno de sus lados la parte posterior del cenobio, donde en un portal que daba a esta plaza se despachaban

los famosos recortes de formas litúrgicas que fabrican las monjas que se encargan de su venta a través de su torno en bolsas. Como podemos suponer los recursos que genera esta actividad son muy exiguos y a pesar de la austeridad y la realización de todos sus quehaceres las dificultades económicas cada vez son mayores. Por eso en fechas recientes han dispuesto en este centro una hospedería. Esta es la forma por la que daban a conocer dicha actividad: ” En el convento de la Encarnación (junto a la estatua de San Juan-Pablo II), en  Plaza  Virgen de los Reyes, de Sevilla, las monjas van a abrir la hospedería de Santa Marta.

Es una manera de supervivencia económica para ellas. 

La noche cuesta unos 20 euros (y la voluntad claro si se quiere más).

Podemos difundirlo a aquellos amigos que puedan necesitarlo y sean capaces de respetar el sitio en el que están.

Vamos a ayudarlas a difundirlo.”

Si buscamos un propietario debemos apuntar a la Orden de las Agustinas Ermitañas, orden fundada en 1244, que en sus inicios se establecieron en la Plaza de la Encarnación pero más tarde este fue su destino, junto a la plaza de la Virgen de los Reyes. De hecho en la fachada de la entrada al convento se sitúa azulejo de Ntra. Sra. la Virgen de los Reyes, obra de Antonio Kiernam Flores en 1928.

Pero si nos remontamos a la época de dominación musulmana en estos terrenos se enmarcaba la antigua mezquita de los osos, de la que no se sabe mucho mas que fue que precedió a la Gran Mezquita que terminó dando lugar a lo que hoy es la Catedral.

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En cuanto a la estructura del edificio la iglesia está formada por una sola nave cubierta con bóvedas de nervaduras góticas sostenida por cuatro ménsulas. En sus cuatro ménsulas aparecen representados los cuatro Evangelistas. El patrimonio artístico del templo pertenece, en su mayoría, a la época neoclasicista: Destacables son los retablos de "La Anunciación", "El Calvario" y la "Rita de Cascacia"

El presbiterio tiene planta cuadrada y está cubierto con una cúpula que coincide con un antigua capilla musulmana. Es en el siglo XIX cuando llega la comunidad agustiniana y se acometen varias reformas en el convento, de hecho la actual espadaña, tan identificativa en el perfil de este edificio, data de esta época. La residencia de las monjas se encuentra en el claustro principal de forma rectangular realizado recientemente en 1971. Existe una zona con huerto y jardín y se sitúan las salas de labor de la comunidad. También en esta zona se conserva una torre que perteneció a las paredes defensivas musulmanes. El convento presenta al exterior un amplio muro blanco de tres cuerpos de altura que se abre en fachada a través de pequeñas ventanas apaisadas cerradas con celosías. El cuerpo central muestra una sencilla arcada de ladrillo visto en medio punto sobre la que corre un pequeño tejadillo que da paso al cuerpo superior, donde asoman ventanas algo mayores, también cubiertas por celosía.

Poco más puedo añadir pues el edificio no es accesible para discapacitados, de cualquier manera tiene cierta explicación pues las monjas no nadan precisamente en la abundancia y a lo mejor una obra que les permita adecuar el acceso excede de sus posibilidades, aunque también es cierto que en ocasiones querer es poder y poseer una rampa para estos casos no es ninguna panacea, aunque si no hay nadie para atender, y mucho menos para habilitar dicha rampa de quita y pon, no hay nada que hacer. En fin "con la Iglesia hemos topao".