En esta entrada trataremos las siguientes glorietas:
Glorieta de Ofelia Nieto.
Glorieta de Más y Prat.
Glorieta de la Concha.
Glorieta de Doña Sol.
Glorieta de José María Izquierdo.
Glorieta de las Ranas y Glorieta de los Leones.
Habíamos salido por la avenida de las Delicias, hacia la glorieta de Buenos Aires, nos volvemos a adentrar por el parque a las espaldas de este monumento y a nuestra izquierda nos encontramos con…
LA GLORIETA DE OFELIA NIETO
Un espacio lleno de motivos musicales. La homenajeada, que falleció en Madrid en 1931, veinte días antes de que las autoridades acordaran esta construcción, esa representada en el centro de la pared que delimita este amplio habitáculo en el que domina el verde del césped, con un seto de altos cipreses. Corre la leyenda por la cual cualquier chica que toque la flor que sostiene su imagen, se casaría en menos de un año. En el mural acompañan a la artista figuras alegóricas que representan a la música y al canto. Por toda la glorieta a cierta altura incluso en las pérgolas se pueden observar pequeños azulejos donde se leen nombres de compositores y óperas. El dibujo de esta composición es de Juan Miguel Sánchez, y la realización, de la Fábrica de Nuestra Señora de la O de Triana. A las siete de la tarde del domingo 30 de junio de 1935, durante su inauguración se estipuló que en esta glorieta sonaría la voz de la cantante de ópera. Este homenaje se lo ganó por el desinterés que mostro durante toda su carrera artística en beneficio de los pobres de Sevilla, para los que siempre se mostró accesible.
A nuestra izquierda nos espera…
LA GLORIETA DE MÁS Y PRAT
Fue el populacho quien fomentó y sufragó esta glorieta, proyectada por Aníbal González. Este espacio inaugurado el 2 de mayo de 1924, homenajeando al dramaturgo, poeta, periodista y persona influyente en la vida sevillana que dirigió durante una década larga del periódico Eco de Andalucía, donde su pluma fue habitual. Emblemas de Écija y de Sevilla son representadas en este semicírculo de ladrillo visto con anaqueles para libros, un busto en el medio del homenajeado y azulejos con escenas costumbristas sevillanas.
Entre el 2.002 y 2.003 fue restaurado, pero no se modificó el nombre de la placa que indica sus apellidos: Más y Prats (sobra esa “s” final).
A su lado…
LA GLORIETA DE LA CONCHA
En 1911, cuando se presentaron los planos de Forestier de cómo tenía que quedar el recinto, ya se contemplaba esta glorieta que se realizó en 1913. Una fuente central con una gran una concha de cerámica de color cobrizo concha le da nombre a este rincón. Cuatro estatuas, una en cada esquina, una por cada estación del año, se añadieron un año después para su inauguración junto al parque, siendo el autor el mismo que diseñó la fuente de las cuatro estaciones, haciendo también una alegoría del mismo aspecto que aquí representa, nos referimos a Manuel Delgado Brackenbury.
Esta Concha no ha sido inmune al deterioro y dejadez, la última resauración que realmente fue una sustitución, así como como la de las cuatro figuras que la delimitan tuvo lugar en el 2000 y supuso más de una treintena de millones de pesetas.
Y a sus espaldas…
LA GLORIETA DE DOÑA SOL
Eugenia Sol María del Pilar Fitz-James Stuart y Falcó, descendiente directa del ducado de Alba, profesó siempre una confidencia grandísima con todo lo que tenía que ver con Sevilla. Esta devoción se vio homenajeada con esta glorieta en 1.959.
Destaca el dominio de las sinuosidades y curvas que contrastan con diseños rectos que ostentan las demás glorietas. Este lugar era un corral donde pastaban los ciervos y jabalíes.
Dos efigies de origen y autor desconocido presiden el acceso a este espacio desde la avenida del propio parque.
Siguiendo por ésta vía por donde veníamos, nos topamos a mano izquierda con...
LA GLORIETA DE JOSE MARÍA IZQUIERDO
Este intelectual sevillano al que aquí se le homenajea merecidamente fue un impedernido amante de todo lo que rezumara a Sevilla. En su debe hay que señalar su constancia para dejar instaurada en Sevilla una de sus muchas tradiciones: la cabalgata de Los Reyes Magos. A instancias del Ateneo de Sevilla se le encargo el diseño de esta glorieta a Juan Talavera. Finalmente una simple columna con un capitel romano flanqueada por dos anaqueles para resguardar en ellos su obra, y unos bancos revestidos de azulejos conforman el coqueto rincón que se inauguró en 1925. Aquí uno se podía sentar a leer fragmentos escritos por él, como por ejemplo…
“Si queréis apreciar el grado de cultura de un pueblo, visitad sus jardines. Y cuando los hayáis contemplado secos, polvorientos, sin aromas, en un triste abandono y en un completo olvido; sembrados de fragmentos de estatuas los paseos, y los árboles deshojados, desparramados…
Cuando hayáis visto a los jóvenes (aun a los instruidos) romper faroles y los alumbrados y los herrajes de un típico balcón sobre el río, y a las jóvenes ( aun las distinguidas) penetrar en los sembrados para saquearlos…
Cuando hayáis presenciado todo esto, bien podéis exclamar con el corazón angustiado: ¡Este pueblo no tiene sentimientos, no tiene arte ni amor, carece de cultura!”
LA GLORIETA DE LA CONCHA
En 1911, cuando se presentaron los planos de Forestier de cómo tenía que quedar el recinto, ya se contemplaba esta glorieta que se realizó en 1913. Una fuente central con una gran una concha de cerámica de color cobrizo concha le da nombre a este rincón. Cuatro estatuas, una en cada esquina, una por cada estación del año, se añadieron un año después para su inauguración junto al parque, siendo el autor el mismo que diseñó la fuente de las cuatro estaciones, haciendo también una alegoría del mismo aspecto que aquí representa, nos referimos a Manuel Delgado Brackenbury.
Esta Concha no ha sido inmune al deterioro y dejadez, la última resauración que realmente fue una sustitución, así como como la de las cuatro figuras que la delimitan tuvo lugar en el 2000 y supuso más de una treintena de millones de pesetas.
Y a sus espaldas…
LA GLORIETA DE DOÑA SOL
Eugenia Sol María del Pilar Fitz-James Stuart y Falcó, descendiente directa del ducado de Alba, profesó siempre una confidencia grandísima con todo lo que tenía que ver con Sevilla. Esta devoción se vio homenajeada con esta glorieta en 1.959.
Destaca el dominio de las sinuosidades y curvas que contrastan con diseños rectos que ostentan las demás glorietas. Este lugar era un corral donde pastaban los ciervos y jabalíes.
Dos efigies de origen y autor desconocido presiden el acceso a este espacio desde la avenida del propio parque.
Siguiendo por ésta vía por donde veníamos, nos topamos a mano izquierda con...
LA GLORIETA DE JOSE MARÍA IZQUIERDO
Este intelectual sevillano al que aquí se le homenajea merecidamente fue un impedernido amante de todo lo que rezumara a Sevilla. En su debe hay que señalar su constancia para dejar instaurada en Sevilla una de sus muchas tradiciones: la cabalgata de Los Reyes Magos. A instancias del Ateneo de Sevilla se le encargo el diseño de esta glorieta a Juan Talavera. Finalmente una simple columna con un capitel romano flanqueada por dos anaqueles para resguardar en ellos su obra, y unos bancos revestidos de azulejos conforman el coqueto rincón que se inauguró en 1925. Aquí uno se podía sentar a leer fragmentos escritos por él, como por ejemplo…
“Si queréis apreciar el grado de cultura de un pueblo, visitad sus jardines. Y cuando los hayáis contemplado secos, polvorientos, sin aromas, en un triste abandono y en un completo olvido; sembrados de fragmentos de estatuas los paseos, y los árboles deshojados, desparramados…
Cuando hayáis visto a los jóvenes (aun a los instruidos) romper faroles y los alumbrados y los herrajes de un típico balcón sobre el río, y a las jóvenes ( aun las distinguidas) penetrar en los sembrados para saquearlos…
Cuando hayáis presenciado todo esto, bien podéis exclamar con el corazón angustiado: ¡Este pueblo no tiene sentimientos, no tiene arte ni amor, carece de cultura!”
Y a sus espaldas a unos cuantos pasos, abandonando la avenida Pizarro…
LA GLORIETA DE LOS LEONES, junto a LA FUENTE DE LAS RANAS, y por el lado opuesto EL MONTE GURUGÚ
Como antesala al jardín los la Fuente de los Leones, no encontramos en el centro geométrico del parque la fuente de las Ranas. Una tortuga sumergida y debajo del pato, convertido, a su vez, en un surtidor de agua, a los que se le suman las ranas, que dan nombre a esta construcción son las tres especies representadas aquí. Un estanque con forma de T comanda el lugar que con chorros a ambos lados nos ofrece una imagen versallesca del sitio.
Los cuatro leones custodian la mayor fuente del parque, diseñada ya en los planos originales del parque, junto a la fuente de las Ranas. El cuarteto de efigies felinas, de más de 1,70 m. de altura, que suministran agua por los caños que emanan de sus fauces, dan nombre a la fuente e incluso al recinto, diciéndose el parque de la fuente de los leones.
El jardín que rodeo a esta fuente e de origen francés. Los leones originales, fueron autoría también del escultor Manuel Delgado Brackembury, pero como consecuencia de una nevada caída en Sevilla el 2 de Febrero de 1954, fue preciso la sustitución de los mismos que habían sido destruidos. Son los que hoy lucen y fueron obra de Juan Abascal.
LA GLORIETA DE LOS LEONES, junto a LA FUENTE DE LAS RANAS, y por el lado opuesto EL MONTE GURUGÚ
Como antesala al jardín los la Fuente de los Leones, no encontramos en el centro geométrico del parque la fuente de las Ranas. Una tortuga sumergida y debajo del pato, convertido, a su vez, en un surtidor de agua, a los que se le suman las ranas, que dan nombre a esta construcción son las tres especies representadas aquí. Un estanque con forma de T comanda el lugar que con chorros a ambos lados nos ofrece una imagen versallesca del sitio.
Los cuatro leones custodian la mayor fuente del parque, diseñada ya en los planos originales del parque, junto a la fuente de las Ranas. El cuarteto de efigies felinas, de más de 1,70 m. de altura, que suministran agua por los caños que emanan de sus fauces, dan nombre a la fuente e incluso al recinto, diciéndose el parque de la fuente de los leones.
El jardín que rodeo a esta fuente e de origen francés. Los leones originales, fueron autoría también del escultor Manuel Delgado Brackembury, pero como consecuencia de una nevada caída en Sevilla el 2 de Febrero de 1954, fue preciso la sustitución de los mismos que habían sido destruidos. Son los que hoy lucen y fueron obra de Juan Abascal.
Continuara...
Me encanta!
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