Calle Abades

Hay una calle en Sevilla, que además de céntrica, tranquila y con solera pues lleva siglos destacándose en el callejero de la ciudad, resulta ser tan estrecha que los días muy soleados apenas se dilatan unos minutos los rayos de Sol en sus cimientos.

Bien es verdad que esta característica no es exclusiva de esta calzada, más bien suele ser un recurso habitual del centro sevillano en las calles residenciales y es que así se lograba sombra y frescura para paliar las altas temperaturas que de siempre, ha adolecido la capital hispalense. La poca distancia que separa para las dos aceras impide categóricamente que la naturaleza de esta vía pública sea comercial. Pero lo que si resulta diferenciador es la ocupación de sus vecinos, y este fue el hecho determinante que motivo su nombre: Calle Abades. Su proximidad con la Catedral influyó sin duda para que muchos de los componentes del clero que pasaban la mayor parte del día en la Catedral sevillana tuvieran su alojamiento aquí. El viajero Richard Ford en sus escritos públicados en 1831 comenta sobre esta calle sevillana: «En la calle de los abades los niños allí nacidos todos llaman tíos y ninguno padres>> y «Los niños llamaban tío a su padre y éste llamaba sobrino a sus hijos».

imaginemos esta calle con pequeños vastagos jugando por ella

Actualmente esta calle ha sustituido la naturaleza de sus habitantes, si hace siglos cabía buscarlos entre el clero hoy vemos como resulta curioso que dos de las más solemnes asociaciones culturales de Sevilla, tengan su sede en el nº 14 de esta calzada: 

la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel y la Real Academia Sevillana de Buenas Letras. Y a tan solo unos metros de distancia, en la acera de enfrente encontramos la Real Academia de Medicina y Cirugía de Sevilla.

Debemos destacar el edificio más importante de la calle la Casa-Palacio Pinelo, esta suntuosa estancia ocupa el número 14 de la vía. Guarda similitudes con otros palacios de la ciudad coetáneos en el tiempo, como la Casa de Pilatos, el Palacio de las Dueñas y el Palacio de Mañara, sin embargo es probable que estemos ante el gran olvidado, así parece ser si atendemos a su popularidad y su número de visitas. Esta obra arquitectónica es visitable e incluso hay visitas nocturnas guiadas.

Lunes – viernes: horario de mañana, solo grupos

Personas individuales solo martes y jueves por la mañana.

Fines de semana y tardes cerrado.

Situación Calle Abades 9, 41004 Sevilla, España +34 954 22 14 04

En la calle que forma esquina, con la Casa Pinelo, es decir por otro acceso, concretamente por Calle Argote de Molina, 17, accedemos al restaurante Laherre, donde podemos deleitarnos tomando algo en el interior de este magnífico palacio.

 

Incluso podemos retirarnos a su terraza y disfrutar acompañados de la Giralda, separada apenas 200 metros, sin embargo hay que objetar que la terraza para acceder a estas vistas no es accesible para personas con movilidad reducida.

Este restaurante forma parte del complejo Hotel-Boutique Palacio Pinelo inaugurado en septiembre del 2014. De la web https://www.palaciopinello.com/ transcribimos…

“Durante su restauración se ha mantenido la estructura original del edificio y elementos arquitectónicos como sus columnas, capiteles y artesonados policromados que se reparten por las diferentes zonas comunes, así como por algunas de nuestras habitaciones.

El Hotel cuenta con 23 habitaciones de diferentes categorías: desde nuestra habitación doble básica hasta nuestras Junior Suites, las joyas de nuestro Palacio. La mayoría de nuestras estancias giran alrededor de nuestro patio central, el cual se encuentra coronado por una montera de cristal por la que se puede contemplar el cielo azul y la luminosidad de una ciudad como Sevilla.

La ubicación del edificio es inmejorable: estamos a tan solo 200 metros de la Catedral de Sevilla y rodeados de todos los monumentos más importantes de la ciudad.

Disfruta en nuestro mismo hotel, de uno de los mejores restaurantes de Sevilla, donde podrás disfrutar con la máxima calidad, de la gastronomía sevillana. Disfruta de uno de los mayores centros históricos de Europa desde dentro.

Somos un Hotel Boutique donde el lujo se vive y se respira. Ideal para personas que buscan un trato familiar y personalizado sin olvidar la excelencia en el servicio. Si en algo nos caracterizamos, es por cuidar al mínimo cada detalle con nuestros clientes.

También podrás disfrutar del patio interior, típico andaluz, repleto de flores y plantas con un pozo original del edificio. En la zona más alta del hotel se encuentra nuestra terraza, de uso exclusivo de los clientes, sitio ideal para relajarse con nuestras excepcionales vistas a la Giralda.”

El negocio más longevo de cuantos ha tenido esta casa ha sido la Pensión Marcos, que se mantuvo como casa de huéspedes, desde los últimos 15 años del siglo XIX hasta la década delos 50 del XX. De alguna forma esta pensión fue el precedente del Hotel Boutique del que ya hemos hablado. Ya en nuestros días fue huésped universitario Don José Luis Comellas García Llera, que en su Discurso de Ingreso en la Academia nos deleitó con una nostálgica referencia de lo que era la Pensión Don Marcos, de1 que extraemos algunos fragmentos. «Una casa de las que invitan a quedarse ... es un antiguo caserón-palacio, aislado, como todos, del exterior, al que solo abre un par de rejas herméticas, pero inmenso y extraordinariamente bello en su interior. Tiene un patio grande y fresco, rodeado de finas columnas renacentistas y arquerías de estuco adornadas con medallones. Las habitaciones son amplias y desvencijadas, los pasillos, irregulares e interminables, con vueltas, revueltas y bifurcaciones, por las que nos perdemos de continuo. Y muchísimos expenso: solamente en el pasillo hay nueve y cuatro más en la habitación. Espejos enormes, doradas y cargadas molduras, llenas de pátina y singular prestancia. El silencio y la penumbra lo envuelven todo en un hálito especial de respeto ... De pronto en plena noche, las veinticinco campanas de la Giralda componen una melodía que suena a Música celestial»