viernes, 1 de octubre de 2021

Las puertas de la fachada occidental de la Catedral


Cuatro son las puertas que muestra la Catedral en su fachada oeste, es decir la que se encuentra en la avenida Constitución, es el flanco más prolijo en accesos al inmueble. El templo presenta un desnivel respecto a su lado este, que se solventa con las gradas del propio edificio, que van tomando mayor tamaño a medida que nos aproximamos al ala norte, o lo que es lo mismo a la calle alemanes. Estos escalones que conforman las tan manías gradas del templo sevillano, que en textos, novelas y escritos referidos al siglo de oro, incluso un periodo más extenso, se apunta este espacio como fuente de información social, todo lo que sucedía en la ciudad se comentaba en estas gradas atestadas de personas ávidas de noticias, informantes y ciudadanos que aportaban chascarrillos al ambiente (de alguna forma aquí se forjaba el “sálvame” de la época). Este lugar y todo el perímetro de la Catedral se encuentra delimitado por las cadenas de la catedral, estas representaban la frontera entre el suelo civil y el religioso, esto fue aprovechado por numerosos individuos para sortear a la justicia y someterse al Sagrado.


Una de las puertas, corresponde exactamente al recinto donde se imparte misa, nos referimos a la Puerta del Sagrario. Las otras Tres sí que son propiamente de la Catedral. Concretamente son la Puerta del Bautismo, la del Nacimiento o de San Miguel y la Puerta principal o de la Asunción que es la más importante y la de mayor tamaño.
Como dijo Jack, el destripador, vayamos por partes.


La Puerta del Nacimiento o de San Miguel:
Su confección se encuadra en el siglo XV bajo la autoría de Lorenzo Mercadante de Bretaña y Pedro Millán. Concretamente el conjunto escultórico se le reconoce al español, mientras que la escena desarrollada en el espacio semicircular del frontón de este acceso es conferida al maestro anglosajón. En

el tímpano de esta puerta se reproduce el Nacimiento de Cristo, de ahí su denominación, aquí están representados el niño Jesús, San José, la Virgen María y un cuarto personaje. Sobre la identificación de este individuo se abren todo tipo de conjeturas, siendo la que mayor fuerza toma la expuesta por la leyenda que identifica a este personaje como el que hace entrega a Jesús de la Piedra filosofal.
Destaca también en su ornamentación y se muestran las esculturas de los Evangelistas San Laureano y San Hermenegildo. Por la parte interior del templo en este acceso se enclavan las capillas de San Laureano y San Isidoro.
En general todas las procesiones a lo largo del año, y en especial en Semana Santa esta puerta se configura como el acceso libre al culto. Así pues durante la carrera oficial todos los Pasos utilizan esta entrada a la Catedral.

También se la conoce por el sobrenombre de San Miguel, la explicación cabe buscarla a que se encontraba justo en frente de la puerta del Colegio de San Miguel, decano de los colegios universitarios fundados por Alfonso X “El Sabio”.



La Puerta del Bautismo:
Este acceso reviste gran similitud con el anterior, únicamente se diferencian en  sus motivos escultóricos tallados. En su alto se desarrolla la escena del Bautismo de Cristo en el río Jordá, esta característica es la que le confiere el nombre, afirmado por el hecho de que suponga la puerta más cercana a la capilla bautismal del templo. Completan las esculturas de esta puerta los obispos de Sevilla, San Leandro y San Isidoro, junto a Santa Justa y Rufina.

Su génesis se fija en el siglo XV, conjuntamente con la del Nacimiento. De hecho el proyecto englobaba la construcción de ambas puertas, atribuyéndose su levantamiento a los mismos artistas: Lorenzo Mercadante de Bretaña y Pedro Millán.
 Ambas puertas estaban destinadas a potenciar la entrada de fieles al templo. La Puerta del Bautismo, habitualmente se encuentra cerrada. Y en el interior se encuentra enclavada  entre las capillas de San Leandro y San Isidoro.


La Puerta principal o de la Asunción



Tanto por su ubicación, siendo el acceso a la nave central como por su gran tamaño estamos ante la entrada principal de la Catedral. Su denominación es tomada de la representación en su tímpano de ese momento sagrado con casi ochenta esculturas de santos para las jambas si bien solo se entregaron 39 de ellas encargadas a Ricardo Bellver, entregadas en 1885., donde encontramos a la propia Virgen con los brazos abiertos, invitándonos a acceder a su casa, rodeada de ángeles.

La Asunción de la Virgen está decorada con numerosas imágenes tanto en la parte frontal como en las pilastras, obras del famoso escultor Ricardo Bellver. Este acceso quedó inconcluso, sufriendo continuados conatos de obra desde 1481 hasta 1884, año de su culminación. Por lo que la puerta data del siglo XIX estando Sevilla bajo el cardenalato de Cienfuegos. Fue realizada entre el año 1829 y 1833 bajo la dirección del arquitecto catedralicio Fernando de Rosales y finalmente en una  segunda fase iniciada en 1883, bajo la dirección del arquitecto Joaquín Fernández, dejando el proceso meramente arquitectónico a un lado, los ornamentos y esculturas que la debían adornar se asignan a Ricardo Bellver a base de vaciados de cemento y polvo de mármol. Consecuentemente se llama la "Puerta de la Asunción", de Fernando Rosales, Joaquín Fernández, y Ricardo Bellver, en la Catedral de Santa María de la Sede.




 La distribución de todas las esculturas se corresponde con un programa iconográfico preestablecido. En el cuerpo inferior de las archivoltas se sitúan los Apóstoles; en los frontales de los apilastrados, también en su cuerpo inferior, los Evangelistas y a continuación de los mismos cuatro Santos Mártires. En el cuerpo superior de las archivoltas centrales, la Familia de la Virgen, (Madre, Padre, y Esposo) así como a María Magdalena. A continuación, a ambos lados, los Padres de la Iglesia, seguidos de los Doctores de la Misma; y por último, en los frontales y laterales exteriores de los apilastrados, se han representado, a los Santos Fundadores de órdenes Religiosas. La magnitud del encargo y la necesidad de ajustarse al estilo del resto de la Catedral, desarrollando un proyecto gótico que se integrara con el resto o dejar un sello personal del autor, desentonando sensiblemente con el conjunto. Ante tal disyuntiva, Bellver optó por una solución intermedia que le condujo quizás y a juzgar por expertos en una obra ecléctica y un tanto fría,
En las arquivoltas y pilastras se pueden identificar entre otros a San Pedro, San Pablo, Santo Tomás de Aquino,  San Juan Bautista…,   todas las imágenes de los apóstoles que plantean el enigma de los objetos que portan, éste es su atributo representativo, aquel por el cual identificamos al apóstol en cuestión. La simbología de los elementos que portan identifican a los apóstoles y son:
–Pedro: Dos llaves cruzadas, la cruz hacia abajo, vestimentas papales y tiara, el gallo.
–Santiago el Mayor: Concha, cabalga a caballo llevando un estandarte.
–Andrés: Cruz en forma de aspa, un pez
–Bartolomé: Un trozo de piel, un cuchillo.
–Felipe: Un bastón acabado en forma de cruz latina, tres panes, una serpiente.
–Santiago el Menor: Un palo.
–Juan el Evangelista: Una copa con una serpiente enrollada.
–Mateo: El ángel, la espada, el hacha, una bolsa de dinero.
–Simón el Zelote: Una sierra.
–Tomás el Mellizo: La escuadra.
–Matías: Un hacha, un libro abierto.
–Pablo: Espada y/o libro.
Especialmente destacado es el San Juan con el... ¿Santo Grial? ¿O es acaso María Magdalena cual Código da Vinci? Ahí queda el misterio...
También es preciso recalar en el hecho de que para la Iglesia tradicionalmente los doce apóstoles incluyen a Matías, y no a Judas, a pesar de que Matías no fue un discípulo de Jesús. 
Además encontramos representados a San Joaquín y Santa Ana, San José y María Magdalena. Los fundadores de las grandes ordenes San Francisco, San Benito, San Basilio, Santo Domingo, San Pedro Nolasco, San Francisco de Sales y San Alfonso. Se completa con San Buenaventura, San Bernardo, San Clemente, San Juan Crisostomo, San Vicente y San Lorenzo.
Esta portada estaba reservada para las visitas protocolarias y de altos cargos eclesiásticos.
"Esta es la puerta del Señor. Por ella entramos para obtener misericordia y perdón”
Foto: Juan Carlos Vazquez. El Diario de Sevilla


 El arzobispo de Sevilla, se dirigió con estas palabras a los centenares de fieles que aguardaban la apertura de la puerta de la Asunción de la Catedral

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