lunes, 26 de febrero de 2018

Las Cadenas de la Catedral.

 


Su presencia no está motivada para conseguir disuadir a los ladrones. Lejos de conseguir esto, suponen un objeto más susceptible de ser robado. Para ello basta con fijarnos en lo sucedió la madrugada del 9 de febrero del 2017, cuando cuatro jóvenes robaron un pequeño tramo de ellas. No obstante, esto se puede encasillar más como un acto vandálico.



 
 

Sevilla se situó en la primera línea del comercio mundial con el descubrimiento de América, la urbe era un foco de atracción para los mercaderes. Hicieron suyo el lugar más transitado de la ciudad: los aledaños de la Catedral seguramente eran de las zonas más concurridas del mundo entero. El lugar utilizado por los comerciantes para llevar a cabo sus actividades mercantiles eran las gradas de la Catedral. Su punto central era la denominada fuente del Hierro, enclavada en el lugar que actualmente ocupa la Iglesia del Sagrario. Cuando las inclemencias temporales lo requerían cerraban los tratos dentro del templo, concretamente en el Patio de los Naranjos. Este hecho era denunciado por el Clero, y en el siglo XVI contrataron alguaciles que impedían transitar por aquí con animales de carga. Las cadenas de la Catedral proporcionaban un límite al albedrio de aquella situación. Consecuentemente los mercaderes también extendían sus quejas ante la incomodidad que experimentaban una y otra vez. El monarca Felipe II, no desoyendo las peticiones de los afectados, facilitó la construcción de la Casa de la Lonja de los mercaderes, y hacia la segunda mitad de siglo estas instalaciones ya estaban en funcionamiento. Por lo tanto de alguna manera se puede afirmar que las Cadenas contribuyeron al levantamiento de lo que hoy es el Archivo de Indias.


157 columnas sirven de apoyo a las Cadenas que rodean totalmente al Templo de la Giralda. Las más antiguas datan del siglo XIX, y son las que dan a la Avenida y a la calle Alemanes. Transcurrieron cuatro siglos hasta que se colocó la última. En tan basto intervalo temporal es de suponer que las columnas revistan variaciones. Así por ejemplo, las primeras piedras procedían de Itálico, siendo de mármol, mientras que las más recientes proceden de Gillena, también existen algunas de granito. Aunque a simple vista puedan resultar homogéneas, las cadenas también contemplan formas diferentes.
En la Casa Lonja se dispusieron columnas y cadenas de forma semejante a las de la Catedral, se trataba de recordar que aquello estaba bajo la jurisdicción mercantil, sin embargo esta barrera no suponía tanto un punto fronterizo como lo eran las cadenas de la Catedral, ya que la superación de estas implicaba el poderse acoger a Sagrado, y aunque se tuviera alguna cuenta pendiente con la Justicia, mientras se permaneciera dentro de estos límites la jurisdicción arzobispal era la única competente.
Esta era la verdadera razón que implicaban las Cadenas catedralicias, es decir el cambio de la jurisdicción competente, suponían la frontera, al traspasar estas se entraba en suelo sagrado y aquí solo mandaba la Iglesia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario