viernes, 30 de octubre de 2015

Los caballeros veinticuatro y el antiguo gobierno de Sevilla.

Aquí se reunían los caballeros veinticuatro y demás cargos consistoriales.
Situémonos en la España del siglo XVI, El Imperio reinado Felipe II era caldo de cultivo de continuados abusos de poder, y quienes tenían potestad para gobernar no perseguían la justicia precisamente, sino más bien solían atender a criterios arbitrarios que repercutían en su propio beneficio. Por Sevilla pasaba toda la riqueza que provenía de América, consecuentemente había adoptado un papel primordial en el poder imperial, y los desmanes administrativos eran mayores aquí. Las quejas al Rey de los sevillanos eran habituales. Como anécdota que ilustra este desaguisado basta decir que en el muro de la Puerta Osario un anónimo rótulo rezaba así en la edad media: “Esta es la ciudad del desorden y del mal gobierno".

martes, 27 de octubre de 2015

Hospital de los Viejos

fachadas del edificio: (de izquierda a derecha) calle Viriato, calle Los Viejos y calle Amparo
Estamos ante el primer hospital geriátrico de Europa. En aquella época, se fueron anexionando varias casas de vecinos, adquiriéndolas poco a poco hasta encontrarnos con la construcción que da a tres calles: Viriato, Amparo y calle de los viejos. Conocido como el Hospital de “Los Viejos”, y situado en la calle de este nombre, data su origen de 1355, gracias a la implicación de algunos sacerdotes sevillanos para velar como exponen sus reglas “sustento y regalo de la venerable ancianidad y honrada vejez”.  Se estableció que treinta sacerdotes naturales de Sevilla, de los cuales al menos 4 de ellos debían ser canónigos de la Catedral. Esta primitiva cofradía de sacerdotes, que en un principio fijaron su sede en la iglesia de Santa Catalina, se  propusieron acoger a treinta pobres, 17 hombres y el resto mujeres, mayores de sesenta años, que aunque necesitados no estuvieran en la mendicidad. Sin embargo a finales del siglo XIV reciben la donación del antiguo hospital de San Bernardo que se transformará en su nuevo centro. Los donantes no eran otros que la cofradía de San Juan de la Palma, hermandad que se fusionó e impulsó el cometido del hospital. La placa que mostraba en su puerta rezaba: “Hospital de San Bernardo, vulgo de los viejos para pobres vergonzantes de esta ciudad”

sábado, 24 de octubre de 2015

Corral de vecinos, el Corral del Conde

En Sevilla el vocablo avío aún no es una palabra olvidada, nunca se hablará de trajes de faralaes ni de calesas, aquí son trajes de gitana y coches de caballos, unos botines son unas zapatillas de deporte , unas tirantas son los típicos tirantes de una camiseta, calentitos son los churros, a las atracciones de la feria se les conoce como cacharritos, a las gorras se les llama mascotas y los patios y los corrales son una misma cosa, hasta el punto de que en muchos textos se refieren al Corral de los Naranjos para hablar del famoso Patio de los Naranjos.
La influencia árabe se deja notar y se dice que los corrales de vecinos se asemejan mucho a lo que fueron los callejones árabes, donde varias familias se alojaban y por las noches se cerraba su paso. Pero es en el siglo XVI,  a raíz del vertiginoso crecimiento que sufre la población de Sevilla, cuando la ciudad es incapaz de albergar tantas viviendas, y se multiplican los corrales de vecinos, que se muestran como una solución que prácticamente ha sobrevivido hasta nuestros días.

martes, 20 de octubre de 2015

Calle Alcaiceria de la Loza



Actualmente los centros comerciales serían el equivalente de las alcaicerías islámicas, que se referían a barrios o espacios donde estaba permitida la venta de artículos al por mayor, en la práctica se mercadeaba con todo tipo de productos. Sin embargo los más relevantes, que llegaron incluso a adueñarse del término fueron los artículos relacionados con la seda. De esta forma en el siglo XII se levantó en Isbiliya, como se conocía por entonces a la ciudad, la Alcaicería mayor o de la seda tomando como epicentro la actual calle Hernando Colón, influenciado por los ánimos de los califas del momento empeñados en cambiar la fisonomía de la metrópolis con avenidas más anchas. 
No obstante en el siglo IX en la calle Alcaicería de la Loza ya existía una, un lugar dominado por mercaderes en cuyas fachadas articulaban sus tiendas, que se extendían por toda la serpenteante y angosta calle. Aunque antiguamente siempre hubo intenciones de ensanchar la desalineada vía que une las importantes zonas de la Alfalfa y el Salvador, la estrechez de la arteria ayudaba a luchar contra la intemperie, donde se comerciaba.

domingo, 18 de octubre de 2015

Ayuntamiento (Casa Consistorial). II




El interior del Ayuntamiento no desdice a su exterior. Unas escaleras que se bifurcan en dos, dominan y dividen el acceso al Consistorio. En su planta baja rápidamente se aprecia la diferencia de la nueva Construcción y de la antigua, cuyos muros de piedra delatan su antigüedad.
Con motivo de la Expo´92 el Consistorio fue motivo de una profunda remodelación y se decidió dejar la parte del siglo XVI a la vista.  

Es en esta zona donde encontramos las salas más relevantes de esta planta, ubicadas al fondo del pasillo derecho, según entramos por la Plaza Nueva. Nos encontramos con…






La sala capitular baja, donde se reunían los gobernantes de la ciudad para tomar todos los
acuerdos relativos al municipio. Un banco corrido de piedra rodea toda la sala donde tomaban asiento los caballeros veinticuatro, que estaban obligados bajo multa pecuniaria a asistir a todas las reuniones del cabildo, asistente, alcaldes mayores y demás funcionarios también acudían según los temas a tratar. 

viernes, 16 de octubre de 2015

Ayuntamiento (Casa Consistorial). I

Por vez primera en la historia desde la segunda mitad del siglo XV, ya no hace falta acompañar las citas que se digan o los hallazgos que se consigan de la popular coletilla:”…del mundo conocido”, ya está descubierto todo el planeta, y España lo gobierna en su mayor parte. Desde el siglo XVI un Emperador concentra todo el poder: Carlos V, y una ciudad, aunque no sea la capital del reino se erige en la práctica como la capital del mundo: Sevilla. No es casualidad que Carlos V, eligiera la capital hispalense para concertar su matrimonio en 1526. A partir de este momento queda retratada la necesidad de dotar a la ciudad de una sede municipal acorde al momento histórico del que se estaba disfrutando. Así pues ante la llamada de atención del monarca, el concejo sevillano, compuesto por los caballeros veinticuatro, decide separar el poder eclesiástico del civil.

sábado, 10 de octubre de 2015

Torre de Abdelaziz y Torre de Bronce

Hace siglos, no se sabría concretar el momento justo porque seguramente este sería un proceso, en el que paulatinamente dos construcciones con relevancia histórica fueron desapareciendo. Pues como iba diciendo hace siglos, entre la Avenida Constitución, al pasar el archivo de Indias y La Casa de la Moneda, dos Alcazabas empezaron a jugar al escondite. Y lo hicieron tan bien que una de ellas no ha aparecidos hasta hace algo más de dos años, y la otra aún permanece camuflada, despistándose entre el paisaje urbano: Hablamos de la Torre de Abdelaziz y de la de Bronce.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Torre de Plata

La distancia entre la gloria y el fracaso, la victoria y la derrota, la fama y el olvido sabemos que en ocasiones es ínfima, en la capital hispalense hay un camino que mide esta diferencia como si de una regla se tratase. Son apenas  200 metros. Son los que separan a la mítica Torre de Oro de la denostada Torre de Plata.

domingo, 4 de octubre de 2015

Plaza y Casa-Palacio del Pumarejo



Mejores tiempos han conocido la vilipendiada Plaza del Pumarejo y su casa-palacio que le da nombre, textual en un primer momento, luego y hasta nuestros tiempos se ha abreviado, sustrayendo el nombre, Pedro, e incluso se le ha conocido por Espumarejo. Esta zona quedaba dentro de los muros, era un espacio, seguro, defendido y bien ubicado, cerca de la Macarena. Se podría concluir que estábamos ante un barrio de abolengo. Tanto es así que Don Pedro Pumarejo, haciendo uso de los derechos que recogía su  cargo como caballero veinticuatro del cabildo sevillano, en 1775, derriba unas sesenta viviendas, dejando un solar diáfano, no solo para albergar el palacio de algo menos de 2.000 metros cuadrados que tenía en su cabeza, sino para disfrutar de un espacio generoso y despejado que magnificara su palacio mudejar, característico del siglo XVIII con dos alturas, cuya construcción gira en torno a dos patios interiores: el noble y el de servicio. Es así como se fraguó la Plaza, que antiguamente se adornaba con una suntuosa fuente, que se abastecía de los Caños de Carmona.