miércoles, 4 de noviembre de 2015

Costurero de la Reina


Un portón dominaba la esquina de un lateral del muro que protegía los jardines de San Telmo, hoy el Parque de María Luisa próximo al Guadalquivir, dando paso al antiguo Paseo de la Bella Flor, actual Paseo de las Delicias. Por aquí se avituallaban los carros de los residentes del Palacio, conformaba la salida natural al muelle del embarcadero del río, y además por aquí era habitual ver al
Duque y a su séquito salir de cacería. Por esta razón Antonio de Orleans (duque de Montpensier) no dudó en hacer construir, en sus aledaños, en 1893 un pequeño pabellón para dar cobijo a la guardia militar y cuando esta no estuviera fuera la estancia de los guardabosques.

Si la buena esencia va en tarros pequeños, este edificio es un claro ejemplo. Su fachada y su situación cautivan al visitante. El estilo neomudéjar que impregna esta construcción es pionero en aquella época en Sevilla, y está promovido por el Duque que intenta copiar la moda de los edificios ingleses que imperaba en aquellos años. Posteriormente se levantaron todos los pabellones de la Exposición del 29.
Este pintoresco y coqueto pabellón compuesto por ladrillos bicolores con los tonos más típicos de aquí: albero y almagra, actualmente ha reemprendido su uso como oficina de Turismo, tras permanecer unos años desalojado, pues se ofreció en concurso aunque se quedó desierto ante la falta de ofertas. Está previsto acometer varias reformas e incluso habilitar en su terraza un mirador. 
Aunque por su tamaño pueda resultar insignificante, una muestra de que su apariencia es atractiva la tenemos en que en el 2008 inspiró la portada de la feria.
Portada del 2008 (foto de wikipedia)
La historia de esta construcción se encuentra ligada al matrimonio del Duque de Montpensier y doña María Luisa de Borbón. En 1850 Sevilla acogió a esta importante pareja, que venían escapando de la revolución francesa y tomaron como residencia el Palacio de San Telmo y los jardines, que anexionaron al edificio. La hermana de la que ostentaba por aquel entonces el reino de España: Isabel II, daba una vía a las aspiraciones de su marido por hacerse con el poder. Siempre confabuló e intentó hacer prevalecer los derechos que le asistían a su consorte, la infanta de España. Sin embargo Antonio de Orleans protagonizó un episodio que le impidió tomar la corona y se terminó otorgándo a Amadeo de Saboya. El triste acontecimiento a que nos referimos fue el asesinato de su primo, Enrique de Borbón. Su bravuconería le abocó al abandono de sus aspiraciones, el duelo a muerte con el hermano de su mujer, del que salió airosos sólo le supuso un mes de arresto ya que su condición de Capitán General le permitió burlar la justicia, sin embargo el Papa no pudo ver con buenos ojos que ocupara el reino ya que nunca iba a darle la condición de católico. Finalmente su primo había vencido, dando al traste todas sus aspiraciones.
Antonio de Orleans resignado concluyó que si bien él no llegaría a ser Rey, su hija Mercedes ocuparía la Corona de España. Para ello confabuló con todos los medios a su alcance hasta que Amadeo I tuvo que abdicar y posteriormente conspiró concienzudamente para cambiar el poder establecido. Tanto es así, que no se ha sabido a ciencia cierta hasta hace muy poco gracias a unos estudios de don Antonio Pedrol Rius, que planeó la muerte y finalización del gobierno militar del general Prim.
Por fin todo parecía sonreír a las pretensiones del duque. Se dispuso todo para que el instaurado Rey de España contrajera matrimonio con su prima María de las Mercedes. La delicada salud de ésta se paliaba con una vida tranquila en la que los
jardines de Palacio y la continua exposición al Sol de Sevilla. Cuando Alfonso XII visitaba Sevilla, se alojaba en El Alcázar, que aún lucía como residencia Real, sobre las 12:00 abandonaba sus quehaceres diarios y galopaba por el Postigo del Alcázar, atravesaba el Prado de San Sebastián y acudía junto a su amada que aguardaba su visita junto bajo la supervisión de su aya. Durante unos minutos al día la pareja se hacían compañía en la salita de costura de aquella caseta de guardabosques. Se cree que aquí cosió prácticamente la totalidad de su ajuar. Es este aspecto el que le da nombre al pabellón: El Costurero de la Reina. Cuando se consumó el matrimonio en 1878, este fue el último lugar de la ciudad que la Reina quiso ver antes de su partida a la capital, el lugar donde más felices recuerdos conservaba.
La felicidad duró poco y Mercedes de Montspensier falleció cinco meses después. Sus huesos no soportaron las temperaturas frías y húmedas de Madrid y aunque volvieron al sur, ya no hubo remedio.
Antonio de Orleans no había podido predecir peor final a sus maquinaciones por apropiarse del poder.
Los lectores más avizores se habrán dado cuenta de la discordancia de las fechas ya que mientras doña María de las Mercedes habría fallecido en 1878, el pabellón fue levantado en 1893, por lo tanto esto no es más que una leyenda, y lo más aceptable es que simplemente fuera el pabellón del guarda mayor de los bosques. Pero estaréis conmigo en que la primera historia es mucho más bonita, por eso he preferido reflejarla ya que no debemos dejar que la realidad estropee una buena historia.
Ficción o realidad a esta historia se le ha dado bastante pábulo, así ha sido la base en que se inspiró la pelicula ”¿Dónde vas Alfonso XII?” Y el argumento de numerosas canciones como el 'Romance de la Reina Mercedes' y otros temas músicales interpretados por Concha Piquer o Marifé de Triana.


1 comentario: