Desde 1968, a instancias de la Hermandad de los Marineros Voluntarios de la Cruzada, un ancla real de hierro imponente en su tamaño con una cadena de 18 metros de longitud fue donada al Ayuntamiento sevillano y sus más de tres toneladas adornan esta parte del puente de los Remedios que limita con el Parque de María Luisa.
Hasta hace poco este monumento descansaba sobre una isleta ajardinada, aunque recientemente se cambió por un pavimento adoquinado. Junto al ancla una pieza de granito luce un grabado que apenas se adivina por su degradación: “OCTUBRE 1968/ LA JUNTA DEPARTAMENTAL DE CÁDIZ DE LA Hª N(al) DE MARINEROS V(os) DE LA CRUZADA AL E(xmo) AYUNTAMIENTO DE SEVILLA.”
Esta donación da nombre desde su instauración a esta glorieta, que en el 2000 se rebautizó como Glorieta de los Marineros, simplemente.
Entre el Monumento a Juan Sebastian El Cano provisto incluso dela rosa de los vientos y la propia ancla se erige inclinada estamos ante una zona de la ciudad llena de simbología maritima.
Este motivo marinero conmemora un hecho histórico de la Guerra Civil y es que la Republica había denostado en gran medida a la marina, algo que los fascistas corrigieron reconociendo las dificultades que afronta un simple marinero frente a un soldado de tierra. Su actuación fue decisiva para derrotar a los “piratas” soviéticos.
Esta donación da nombre desde su instauración a esta glorieta, que en el 2000 se rebautizó como Glorieta de los Marineros, simplemente.
Entre el Monumento a Juan Sebastian El Cano provisto incluso dela rosa de los vientos y la propia ancla se erige inclinada estamos ante una zona de la ciudad llena de simbología maritima.
Este motivo marinero conmemora un hecho histórico de la Guerra Civil y es que la Republica había denostado en gran medida a la marina, algo que los fascistas corrigieron reconociendo las dificultades que afronta un simple marinero frente a un soldado de tierra. Su actuación fue decisiva para derrotar a los “piratas” soviéticos.
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