miércoles, 8 de marzo de 2017

Puente de San Telmo


El Puente de San Telmo desde las Delicias.




las vistas que ofrece este idílico punto a ambos lados de la calzada, no tiene palabras
 Entre 1925 y 1931 se construye este necesario acceso entre el Paseo de las Delicias y la Plaza de Cuba de la huerta de Los Remedios. Hasta la década de los setenta este puente fue móvil, permitiendo el tránsito a barcos de gran envergadura, sin embargo desde 1964 se plantea como lo que actualmente es, un puente fijo.


Esta acción supondría necesariamente como consecuencia el traslado definitivo de la actividad portuaria de la ciudad hacia zonas situadas más al sur.  El trabajo que se había heredado del antiguo Muelle de Mulas ya había llegado a su fin en esta parte del río. Hasta entonces cualquier naviero podía pasar por aquí desde San Sanlúcar de Barrameda ya que esta ciudad contemplaba dos puentes móviles, este con el que estamos y el olvidado y denostado Puente de Hierro o de Alfonso XIII.

Tan sólo dos grandes pilones de hormigón armado anclados en el cauce del río se encargan de proporcionar a su tablero superior una robustez que transfiere la sencillez de la obra a la vez que se mezcla con un entorno idílico y recargado de grandes obras de la forma más permeable posible. Así pues si este puente no supone una bella obra en sí mismo, la incrustación en el entorno donde se sitúa nos resulta de una belleza incomparable.

Ocho millones de pesetas fue el presupuesto con el que el ingeniero José Eugenio Ribera hace realidad esta emblemática obra pública.
Prueba de carga al terminar su construcción,
Como el puente en sí, su decoración es funcional, renovada recientemente. Tras las obras de 1992 con motivo de la Expo 92, sufrió la pérdida de las farolas de estilo fernandinas originales.
En nuestros días el tráfico que soporta el puente es considerable. Dos carriles en cada sentido más las aceras y el correspondiente paso de las bicis se encargan de ello. A principios de este milenio  la preocupante situación de este puente, aproximándose a un estado límite en cuanto a la conservación de su estructura, hacía necesario imponer alguna restricción al tráfico rodado, consecuentemente en el 2006, con un presupuesto de 1’5 millones de euros, se llevó a cabo una reforma cuyas obras se concluyeron un año después.
Aunque es el segundo puente más antiguo de los que quedan en pie en Sevilla, sólo precedido por el Puente de Isabel II o de Triana inaugurado ocho décadas antes, este acceso sobre el Guadalquivir que tomó su nombre del edificio más próximo a su arranque en la orilla del Paseo de las Delicias, el Palacio de San Telmo, fue el tercero que se construyó en la capital andaluza, después de ver la luz dos años antes el llamado Puente de Hierro.

Palacio San Telmo, al fondo. Imagen desde la orilla y lado opuesto.
 

1 comentario:

  1. maravilla de ciudad, no hay palabras para describirla, hay que ir para sentirla, ni fotos ni videos ni documentales... insitu.

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