Dos casas contiguas son adquiridas en 1880 por el gran terrateniente e inversor Andrés Parladé y Sánchez de Quirós y encarga a los célebres arquitectos sevillanos Luis Gómez Otero, patriarca de la saga Gómez Millán,y José Espiau de la Cova, progenitor del insigne José Espiau y Muñoz, la transformación de aquello en casa señorial.
Al fondo de la foto que esta tomada desde el Alfonso XIII, encontramos la casa-palacio de los Guardiola. |
En 1891, seis años después del fallecimiento de Don Andres Parladé se da por finalizada la casa que ocupa 1.490 metros de superficie y tiene un total de 2.500 metros construidos en 3 plantas. Con este edificio se inició la arquitectura regionalista sevillana.
Es el descendiente del terrateniente, quien hereda el título nobiliario de Conde de Aguiar, Andrés Parladé y Heredia. Desde muy joven desarrolla una extraordinaria sensibilidad y exquisito gusto como pintor. El polifacético Conde destaca también como abogado, académico, senador y director de las excavaciones arqueológicas de Itálica. Aunque es de origen malagueño, pronto se establece en Sevilla y adecua la casa-palacio que le había dejado su padre en su estancia. Por lo que se erige como el principal responsable del aspecto que muestra el inmueble, convirtiéndolo en el mejor ejemplo de casa palaciega sevillana del XIX.
En 1933, el linaje de los Aguiar llega a su final ya que el Conde fallece sin descendientes. Consecuentemente, heredan unas sobrinas que en 1944 deciden vender la casa.
Salvador Guardiola Fantoni (1901-1973), empresario, agricultor y ganadero la adquiere e inmediatamente se traslada a vivir en ella con su mujer y 15 hijos. Su propietario ya provoca que se trate de la Casa Guardiola y no de la residencia de los Aguiar, denominación que recibía hasta ese momento.
La casa sigue conservando al día de hoy, los espacios característicos de una casa señorial: patio apeadero, patio de caballos, cocheras, cuadras, guadarnés, patio de columnas, jardín, cocinas, comedor, escalera señorial, salón de baile, galerías, biblioteca y habitaciones, comedor y habitaciones de verano en la planta baja y de invierno en la planta alta. El inmueble que continuó siendo el domicilio de los hijos después del fallecimiento en 1973 del patriarca, siempre se ha mantenido en óptimo estado.
Felipe Guardiola Medina nieto de Salvador, y responsable desde 1994 de la gestión del hotel Casa de Carmona(S. XVI) y del catering de lujo Gourmetica Luxury Catering, en 2002 comenzó a organizar eventos corporativos y servir cenas de lujo en la casa y la ha acondicionado para estos usos cubriendo los patios con toldos impermeables y reformando otros espacios.
Al parecer esta es la fuente de ingresos que sigue permitiendo que la Casa Guardiola subsista en perfecto estado, es una lástima no poder realizar visitas periódicas a este impresionante edificio , como se puede hacer a otras Casas- Palacio de la ciudad.
De esta construcción habrá innumerables anécdotas y curiosidades entre sus rincones, algunas de ellas son…
- los faroles de la fachada, que simulan ser velas de cera.
- En el patio que hay tras la cancela podemos contemplar la original Cruz de la Inquisición.
Esta pieza es similar a la que se encuentra en el Ayuntamiento, próxima al Arquillo, en la fachada que da a la Plaza San Francisco. No obstante, esta última es una réplica de la anterior. La cruz original, fechada en 1703, fue colocada para conmemorar el último Auto de Fe celebrado por la Inquisición en el Convento de San Francisco. Finalmente fue retirada de su ubicación y vendida a Andrés Parladé, Conde de Aguiar, quien la instaló en el patio de su domicilio, la actual Casa Guardiola.
Cruz de la Inquisición que luce en el Ayuntamiento. Réplica de la de la Casa delos Guardiola. |
-Al derribarse la muralla en 1864, quedó un espacio abierto como continuación de la calle San Fernando y los jardines de Cristina, pero con una manzana de casas en el centro de la actual plaza. A la casa-palacio de los Guardiola se accedía por un estrecho callejón sin salida
-La Puerta de Jerez ostenta un reloj de sol, que suele pasar desapercibido. Se trata de un reloj de sol declinante a poniente en el que se puede ver a un ángel sosteniendo una paleta donde están los números romanos y que está situado en lo alto de la fachada de la casa que nos ocupa. Este elemento destaca por ser un encargo del primer dueño del palacio.
En google maps, en este enlace que aquí traslado se puede visitar este palacio, aunque sea virtualmente… paseo virtual.
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