viernes, 4 de junio de 2021

Capilla de las Cigarreras

En la anterior entrada, cuando tratamos sobre la fábrica Altadis de Sevilla ya dejamos pendiente de tratar con mayor detalle esta modesta edificación, cargada de historia y pasión no por la construcción en si misma sino por su contenido: La Virgen de la Victoria y el Cristo del Dolor de las Cigarreras.




La Capilla está aislada del resto de la fábrica siendo diseñada por el arquitecto Mariano García Morales en los años sesenta del siglo XX. Es la sede de la Cofradía de Nazarenos de la Sagrada Columna y Azotes de Nuestro Señor Jesucristo y María Santísima de la Victoria Coronada en 2018.
Esta cofradía se fundó en 1563 en la iglesia de Nuestra Señora de Belén de la orden de San Benito en la zona de la Alameda para dar culto al  Cristo atado a la Columna. Se vincula desde 1882 con la Casa Real Española y con los obreros de la  Fábrica de Tabacos.
Como consecuencia de esta vinculación, se trasladó su capilla en 1965 a esta nueva factoría del barrio de los Remedios, en la que ha permanecido  a pesar de desaparecer en 2007 el centro fabril. Toma su Virgen el nombre de la Victoria, patrona de esta orden, que acompaña al Cristo atado a la Columna todos los Jueves Santo.
Fuente Sevilla, fotos antiguas.  Parece ser que la foto está tomada en 1916, el primer año que la Hermandad procesiona con este Cristo que medía nada más y nada menos que 1,87 metros. Probablemente va por delante de la Catedral en la por entonces calle Gran Capitán, tramo de la actual avenida de la Constitución.


Describimos a continuación el contenido del interior de la capilla, reproduciendo lo expuesto en la web visitar Sevilla.

“En el lado derecho del presbiterio se encuentra un cuadro de Jesús Crucificado ante el que se encuentra  el Sagrario de plata.
En el lado izquierdo la entrada a la Sacristía sobre la que se encuentra un Crucificado de estilo moderno.
En los brazos de los cruceros, hay dos vidrieras, con los escudos de Sevilla y de las Cigarreras.

En el muro una hornacina con la imagen del Niño Jesús y el cuadro de San Juan Nepomuceno obra de Vicente Alanís siglo XVIII.

Al fondo de la capilla, bajo el coro, destacan los cuadros de la Coronación de la Virgen obra de Domingo Martínez 1730 y de la Virgen del Carmen de Andrés Cortés 1850.”

Anexo a esta capilla, a su izquierda se divisa un pequeño edificio donde se ubica la Casa Hermandad, en ella podemos ver la imagen del Cristo Atado a la Columna, Jesús del Dolor, realizada por Joaquín Bilbao en 1916, imagen que siempre ha destacado por su gran tamaño.

En el presbiterio que preside la capilla, dando acogida al altar mayor encontramos a la Virgen de la Victoria, talla originaria del siglo XVII, y el actual titular del paso, el Cristo Atado a la Columna.
de visitar Sevilla

 
El periplo que ha protagonizado el Cristo de esta hermandad no ha sido sencillo y la imagen titular ha sido reemplazada varias veces. Entre 1602 y 1891, la cofradía rendía culto a la talla de Amaro Vázquez, que aún se conserva al dia de hoy. 
Fuente: inriinformación.com


Anterior a esta fecha y desde su fundación, la cofradía rendía culto a otra efigie, nos referimos a la del imaginero Juan Giralte que la ejecuta en 1565 a instancias de Gonzalo de León para el monasterio de la Santísima  Trinidad y posteriormente es adquirida por esta hermandad, aunque no existen documentos que ratifiquen los motivos y la fecha del traslado.
Fuente: inriinformación.com

Incluso antes de su formación oficial. La corporación, que posteriormente terminaría siendo la Hermandad de las Cigarreras, ya contaban con una imagen que representaba al Señor atado a una columna.  pero si en el caso del primitivo Cristo de Juan Giralte existe defecto en cuanto a la documentación, aquí existe ausencia. No existe ningún documento sobre el autor, ni el aspecto, ni el paradero de la imagen.
A finales del siglo XIX y comienzos del XX se recurre al Cristo del Pópulo del XVII, atribuido al círculo de Roldán, que estaba cedido en depósito.
La imagen recibía culto en el sevillano convento del Pópulo, en el actual mercado del Arenal. Con la desamortización de 1835 pasó a la Real de la Magdalena hasta que en 1892 fue cedida en depósito a la Hermandad de las Cigarreras por el arzobispo de Sevilla Benito Sanz y Forés para sustituir a una imagen anterior, obra de Amaro Vázquez. Procesionó con la citada cofradía hasta 1915, cuando es sustituida por otra de Joaquín Bilbao, porque la corporación quería contar con una imagen en propiedad.


El nombramiento, en Cabildo General celebrado el 1 de febrero de 1915, del Canónigo lectoral D. Juan Francisco Muñoz y Pabón como Teniente de Hermano Mayor Honorario de la Hermandad, va a propiciar la idea de que ésta tenga imagen propia. Así, el día 9 de abril de 1916, Domingo de Pasión, se bendice la nueva imagen con el título de Nuestro Padre Jesús del Dolor, obra del laureado escultor sevillano Joaquín Bilbao Martínez (1864-1934). En las cuentas correspondientes a ese año aparece, en uno de sus apuntes, el importe de 9.000 pesetas en concepto de la nueva imagen.

La imagen de Nuestro Padre Jesús del Dolor está ejecutada en madera de pino de Flandes y policromada. Mide 1,87 m de alto y 0,64 m de ancho (0,91 m si incluimos la columna),debemos de tener en cuenta que el Cristo representado aquí está encorbado, por lo que hablamos de una altura de la imagen, si posara derecha, de algo más de dos metros. Tanto la fecha de su finalización como la firma de su autor aparecen en la peana, junto con su advocación “N.P. JHS DEL DOLOR”. El Cristo aparece flagelado, atado a la argolla de una columna de color pardo veteado en amarillo y con basa sobre plinto, con las manos cruzadas detrás de la espalda y ataviado con túnica en rojo cardenalicio y dorado que, atada a la derecha y arrancada, descansa sobre la columna y deja ver sus piernas. La cuerda que ata las manos, trenzada y con nudos, rodea la columna dejando caer un cabo a lo largo de la misma. A pesar de las excelentes críticas que tuvo desde el principio, al parecer, su excesiva monumentalidad, especialmente en comparación con los sayones dieciochescos, produjo rechazo:“la imagen que actualmente posee la Hermandad no inspira a su paso por las calles la debida devoción”. Ya en 1926, un grupo de hermanos da a conocer la disposición de D. Antonio Castillo Lastrucci para hacer una nueva imagen Titular.
 Y es que las desproporcionadas medidas del Cristo se prestan a la guasa, rápidamente empieza el populacho a compararlo con King Kong, el estreno cinematográfico que tanta fama había cosechado en aquellos tiempos. Los miembros de esta hermandad no estaban dispuestos a soportar más chanzas.
El resultado de este descontento en la calle y en el seno de la hermandad terminó con la retirada del culto en 1938. 
A lo largo de dos décadas del siglo XX, concretamente desde que se bendice hasta el año 1973, la obra de Joaquín Bilbao se pasea por las calles de Sevilla el Jueves Santo.

En septiembre del 73 se recibe la aprobación del Cardenal Arzobispo para ejecutar el proyecto de un nuevo misterio, obra de Francisco Buiza Fernández. En 1975 se estrenará la talla encargada, que actualmente sigue siendo la titular de esta hermandad. 
 fuente: Diario de Sevilla. Talla de Fco. Buiza, procesionando.

La ciudad perdió una obra maestra. Sobre su futuro poco hay en claro, pero sí es conocido que la hermandad del barrio de Los Remedios lo ha ofrecido al Museo de Bellas Artes para que sea incluido entre su colección permanente.

Sin embargo, queda un año suelto en compás de espera que se tiene que recurrir a otra imagen. Y es en este punto donde quizás nos cercioremos de las intenciones añadidas del canónigo Muñoz y Pabón, natural de Hinojos, ya que aunque efectivamente fue el principal baluarte para que la obra de Joaquín Bilbao fuera una realidad. No es menos cierto que desde el momento en que esta obra es bendecida se apresura a gestionar con el Arzobispado sevillano la cesión del Cristo del Pópulo para su pueblo natal. Y cuando dos décadas después las Cigarreras intentan la restitución del antiguo Cristo del XVII, este ya hacía años que se encontraba en Hinojos, por lo que estas gestiones fueron esteriles. Consecuentemente se opta por retomar el culto al Cristo de Amaro Vázquez. Por lo que se le da un lavado de imagen y se restaura convenientemente la imagen que llevaba desde 1891 “apartada”.

Detalle de la espalda de la imagen del Cristo de Joaquín Bilbao. JOSÉ ÁNGEL GARCÍA   fuente: Diario de Sevilla

“El Cristo de Joaquín Bilbao y la renovación de los misterios con Castillo Lastrucci, ambos discípulos de Antonio Susillo, van a incorporar una nueva estética a la Semana Santa de Sevilla. El Cristo del Dolor está en contacto directo con el misterio de Jesús ante Anás de Castillo. Tendría que estar encima del paso. Es infinitamente mejor que la imagen neobarroca actual y no desentonaría en el paso actual más grande”, sostiene Luque Teruel.

También puede ser significativo reproducir este texto para hacernos una idea del Cristo de Bilbao, son las palabras de Muñoz y Pabón escritas en el diario El Correo de Andalucía, con fecha sábado 8 de abril de 1916, en su portada: “ (…) Porque si de hombros para abajo es un fragmento de escultura griega, nervudo y musculoso como un discóbolo y dibujado y “hecho” hasta lo infinito, con el cuidadoso desnudo del arcontado de Pericles, de hombros para arriba, la testa que dirían los italianos, es de una cristiandad, de un misticismo y de un sevillanismo, real y verdaderamente portentosos (…).”

Su realismo y precisión, manifiesta en su vigorosa musculatura y la representación ósea, nos muestran el dominio de la anatomía humana de Joaquín Bilbao. Este modelo escultórico, de máxima tensión y energía, unido a su rostro, un poco erguido y con la mirada baja, y sumado a su monumentalidad, nos ofrece, quizá, una de las obras más dramáticas de la imaginería sevillana. La imagen que realizó este artista para la Hermandad de las Cigarreras en 1916 elevó la escultura procesional a nuevos niveles tras décadas de franca decadencia. El Cristo atado a la columna, bajo la advocación de Jesús del Dolor, es de una categoría excepcional. Se trata, según todos los expertos, de una de las mejores imágenes realizadas en todo el siglo XX por un artista de primer nivel que no se prodigó en la imaginería.

También recogemos un fragmento de Álvarez Casado al referirse a esta consumada obra. “No se inspira en modelos del XVII Sevillano sino que va más allá y evoca concepciones miguelangelescas”. Podemos ir todavía más allá, Kenneth Clark encuentra este modelo de figura con una pierna avanzada y doblada, en este caso la izquierda, y la otra formando una línea con la espalda creando una diagonal, que denomina heroica, en la escultura de la Grecia Clásica y Helenística. Vuelve a florecer en el Renacimiento, encontrando dicho modelo en obras de Pollaiolo o Rafael, prolongándose su uso en el Barroco, por ejemplo, en obras de Rubens, por citar algunos autores emblemáticos. También durante el periodo Neoclásico se aplica el modelo a obras escultóricas de temática mitológica de Álvarez Cubero y Thorvaldsen.”
Fuente: inriinformación.com







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