miércoles, 3 de febrero de 2016

Edificio de Correos y Telégrafos



 

 
A partir de 1911 Sevilla se sumerge en una vorágine de reformas, reestructuraciones, ampliaciones y nuevas construcciones. Se trata de lavar la cara de la ciudad, comprometida de lleno para la inminente celebración de la Exposición Iberoamericana.



Concretamente en lo que actualmente es la avenida Constitución se emprende una serie de operaciones dentro de este marco de reformas. En 1918 la Dirección General de Correos y Telégrafos encomienda a una joven pareja de arquitectos madrileños, Joaquín Otamendi y Luis Lozano, la elaboración del edificio de Correos y Telégrafos, para ello se asigna un extenso solar en frente del Archivo de Indias.  Finalmente entre 1927 y 1930 se concentra la mayor parte del trabajo encargado. Los arquitectos no dudan en adoptar la corriente regionalista que impregna el paisaje de la ciudad, e incorporan líneas de un marcado neobarroco. En el interior del edificio todo gira en torno a un gran patio central, donde se concentra el trabajo que justifica el edificio, arcos de medio punto sobre columnas toscanas habilitan la segunda planta, que se extiende por los cuatro laterales de la construcción. Junto al sótano, estas dos plantas suponen más de 2500 metros cuadrados de superficie.


 
El volumen de trabajo aquí era incesante en otra época, sin embargo hoy es uno de los destinos más cómodos para sus funcionarios ya que la zona engloba muy pocos vecinos y muchos abogados y notarios suelen dirigir sus trabajos a esta oficina de Correos, que prácticamente ya se dedica en exclusiva a cursar las notificaciones (recursos, demandas, pliegos, etc.).


 
 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario