martes, 24 de mayo de 2016

Calle Laraña

Esta Calle no se distingue precisamente por su longitud, aunque su importante ubicación la convierte en testigo directo de la Semana Santa sevillana, así como las que se solapan en la vía donde encuentra, y es que entre la Plaza Encarnación y la Plaza Villasís se extiende esta Calle que nos ocupa, en dirección a la Encarnación encontramos la Calle Imagen y por el otro lado Martín Villa, La Campana, La plaza del Duque y la Calle Alfonso XII, en este orden. Es como si el espacio donde se ubican fuera de tanta envergadura que se repartieran la responsabilidad.



Como Inmuebles más importantes de esta calzada se encuentran:
La Facultad de Bellas Artes (de la que ya se ha dicho mucho en una anterior entrada)
La Iglesia de la Anunciación (que está íntimamente ligada al edificio anterior, y de la que ya nos ocuparemos en una entrada posterior)


El Palacio de los Marqueses de la Motilla (Construcción de origen toscano, en la que destaca su torre de aire Fiorentina, data su construcción de 1920, años en que la ciudad se vio embellecida por la proliferación de este tipo de obras)
 

El Teatro Quintero: El proyecto estaba previsto para la exposición del 29, y se iba a llamar teatro Luca de Tena, pero nada de esto fraguó. El 12 de Octubre de 1953 con la comedia Ventolera, los hermanos Quintero bautizan y hacen realidad este sueño. Desde entonces una vertiginosa colección de funciones han pasado por el nº3 de esta travesía, que luego perteneció a Cajasol y siguió con el mismo propósito, aunque más relajadamente. Ahora pertenece a la propia Junta, que es quien explota la Sala que ha pasado a llamarse de Joaquín Turina.
Se cuenta que por las noches, se paseaba por las instalaciones una señora en camisón, que incluso fue grabada por las cámaras de seguridad, los empleados estupefactos, la bautizaron como el fantasma del teatro Álvarez.
(Dejo un artículo de prensa donde se aprecia la intención de la entidad de centralizar todas las galas y espectáculos en su sede de la plaza de San Francisco)



Miércoles, 2 de diciembre de 2015Diario de Sevilla

La Fundación Cajasol dejará libre el antiguo teatro Álvarez QuinLa Fundación Cajasol dejará libre el antiguo teatro Álvarez Quintero

El edificio es de propiedad municipal desde julio de 1992 y su concesión administrativa reporta un canon de casi 300.000 euros anuales al Ayuntamiento.
La decisión está tomada y generará a corto plazo un problema al Ayuntamiento de Sevilla. La Fundación Cajasol abandonará el centro cultural de la calle Laraña, sito en el antiguo Teatro Álvarez Quintero. La actividad de la fundación se repliega a la sede de la Plaza de San Francisco, donde dispone de salón de actos (Sala Chicarreros) y espacio sobrado para exposiciones en el patio y una planta alta con más de 4.000 metros cuadrados. El Ayuntamiento tendrá que buscar nuevo inquilino para un edificio que adquirió en el verano de 1992 por la vía de una polémica permuta terminada de pactar en tiempos de Manuel del Valle como alcalde en funciones y que fue elevada a escritura pública en verano, en plena celebración de la Exposición Universal. La salida de Cajasol como inquilino dejará al Ayuntamiento sin los ingresos del canon que ha recibido por el uso del edificio en los últimos años, próximo a los 300.000 euros anuales. El Ayuntamiento lo cedió por dos décadas a la entonces Caja de Ahorros de El Monte a cambio de su rehabilitación y, una vez finalizada la obra, al pago del canon establecido.

Fuentes municipales consultadas ayer por este periódico aseguran que el vacío de inquilinos en el Teatro Álvarez Quintero se producirá en un momento especialmente delicado en el mercado inmobiliario como para buscar un nuevo inquilino a un edificio cuyo coste de mantenimiento es elevado.

El Ayuntamiento recibió en 1992 el Teatro Álvarez Quintero y tres fincas ubicadas en Triana a cambio de otras siete parcelas situadas en una de las zonas más cotizadas del Patrocinio y en la prolongación de la avenida de la Palmera, una operación que permitió a dos sociedades -Macaon 87 y Berdel, S.L.- dirigidas por las mismas personas ganar en menos de tres años una cantidad que superaba con creces los 400 millones de pesetas. Este negocio inmobiliario se produjo poco antes de que Manuel del Valle pasara, precisamente, de ser alcalde de Sevilla a presidente de la Fundación Cultural de El Monte y gracias a la altísima valoración que le dieron los técnicos de la Gerencia de Urbanismo de la época al local destinado a teatro de la calle Laraña número 4 y a las fincas ubicadas junto a Chapina, tal como publicó este periódico en su día. Una operación valorada en 586 millones de pesetas de las de entonces. Llama la atención que las dos sociedades habían comprado previamente el teatro y las fincas por 142 millones, por lo que obtuvieron una ganancia de 444 millones de pesetas, todo un ejemplo del boom inmobioliario que Sevilla vivió en torno a los fastos del 92.

El edificio actual se inauguró el 12 de octubre de 1950. En la parte superior de la torre que hace esquina con la calle Arguijo se encuentran los dos veleros que simbolizan a los hermanos Quintero. Tras cerrar como teatro en 1987, reabrió sus puertas como centro cultural de Cajasol en 1999, lo que hizo posible que se convirtiera en un foco indiscutible de la vida cultural sevillana con gran cantidad de actos. El teatro se levanta en el mismo solar en el que en la segunda década del siglo XX había sido promovido el Teatro Luca de Tena a instancias de Torcuato Luca de Tena y apoyado en un proyecto del célebre arquitecto sevillano Aníbal González; no obstante ambos murieron en el año 1929 sin poder ver realizada la obra, que finalmente fue llevada a cabo por los arquitectos Rodrigo y Felipe Medina Benjumea, con otras importantes obras en el centro de la ciudad.

La marcha de la Fundación Cajasol del antiguo teatro Álvarez Quintero no será la única, pues La Caixa ya ha dejado ver la posibilidad de alquilar el edificio de oficinas de Villasís a una conocida firma comercial, aunque aún no estaba decidido en firme si vender o arrendar estas instalaciones. Por este motivo, la actividad bancaria y cultural en el eje de las calles Martín Villa y Laraña se desplazaría por completo a Sierpes y la Plaza de San Francisco, tal como ha venido apuntando en los últimos años el anterior presidente de Cajasol y actual presidente de la fundación, Antonio Pulido, quien en más de una ocasión se ha referido a la posibilidad de crear un gran museo en la sede de San Francisco con el vasto patrimonio artístico que posee la entidad. No se olvide que la fundación posee la colección privada más importante de Andalucía», con cuadros de Murillo, Sánchez Perrier, Teresa Duclós, Chema Cobo, Carmen Laffón, Salinas, Gordillo, Tovar o Burguillo, entre muchos otros. Y en la sede de San Francisco hay espacio sobrado para acoger exposiciones temporales. La idea de Pulido desde su etapa de máximo responsable de la extinta caja de ahorros ha sido hacer un gran centro cultural y de formación en el histórico inmueble de la Plaza de San Francisco.



En la fachada de la Iglesia de la Anunciación, un azulejo nos delata el nombre que recibía esta calle: “de la Compañía”, en alusión a la sede de los Jesuítas (miembros de la Compañía de Jesús), Posteriormente esta orden de San Ignacio fue expulsada y la Universidad que hasta entonces se localizaba en la Puerta de Jerez, fue trasladada a la que había sido Casa Profesa de los Jesuítas, y el nombre de la calle también se modificó por ”la Universidad”, hasta que en 1935 se le llama oficialmente en homenaje al rector de la Universidad, senador, abogado y catedrático que había fallecido 33 años antes, “Laraña y Fernández”  tiempo después fue reducido a “Laraña” que es como la conocemos actualmente. Aunque no formalmente la calle recibió otros pseudónimos como Tejedor, Mal-lavado, Segunda Compañía, Chico de la Compañía, Espaldas de la Compañía, para distinguirla de la calle que también se rotuló de la Compañía, que era a la que se salía por el segundo patio más reducido de la Casa Profesa (espacio que aún se muestra en la Facultad de Bellas Artes, aunque no hay salida a la que sigue llamándose Calle de la Compañía.) El otro azulejo que se exhibe en la fachada hace relación a la división que sufrió la ciudad en cuarteles, barrios y manzanas en 1771 siendo Olavide el Asistente de Sevilla. Un poquito más abajo una placa nos recuerda la existencia del Panteón de los sevillanos ilustres. Sin embargo si nos remontamos al periodo almohade descubrimos que por aquí había una especie de campo santo donde se enterraban a los fallecidos. Sevilla con el paso del tiempo ha ido ganando altura, no hay más que ver las Murallas, que aún se conservan, de la Macarena para darse cuenta de que el nivel del suelo de la ciudad estaba por debajo de donde ahora pisamos. En algún momento los accesos a esta inmensa cripta se selló y ahora no se sabe con precisión por donde se extendía este “cementerio”, pero se deduce que debía estar localizado por esta zona.

Como anécdota reproduciré un suceso del 02 de agosto de 1871, según publicó  el periódico la Revolución Española que se hizo eco de la siguiente noticia: “En la calle de la Compañía (hoy Laraña) hay un centro de cíteres, donde hombres y mujeres celebran sus orgías. El sereno reprendió tanta bulla a altas horas de la madrugada y con frases seductoras dijo el ama en el balcón: Pagamos contribución y semos unas señoras”.


IMAGENES




 
 
 


 

 


fuente: Sevilla eterna

fuente: Sevilla eterna

fuente: Diario de Sevilla
 
 
FUENTES

.diario de Sevilla
 Sevillapedia
cultura de Sevilla
conociendosevilla
Sevilla eterna




 

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