La cruz más representativa de Sevilla

 

Como ya nos ocupamos en su día la calle Cerrajería fue adoptando los nombres de los gremios que la ocupaban y es que por esta zona sevillana era común que los vecinos se fueran agrupando según su profesión. Así pues está calle fue conocida por arqueros, freneros (que eran los que se ocupaban de instalar frenos en los carros que circulaban por las calles). Finalmente fue bautizada por Cerrajería en honor al gremio que se asentaba en sus viviendas. Y fueron estos trabajadores, y esto es lo que quiero resaltar en la presente entrada, los que levantaron un diseño de cruz-farola en 1693 que en un primer momento lució justo donde hoy encontramos el quiosco ubicado entre la calle Sierpes y Rioja.

 

Seguramente estemos ante la cruz más representativa de Sevilla. Y ostentar este honor, en una ciudad infestada de cruces, en la que hasta Olavide tuvo que configurar un plan para retirarlas del medio de las vías y de esta forma facilitar la circulación de la Urbe, no es cualquier cosa.
Desde 1919 esta cruz-farola adorna la plaza de Santa Cruz, intentando dar sentido por si misma a la denominación de la plaza que ocupa, y por extensión al nombre del barrio más carismático de Sevilla. Y esto es lo que puede pasar por la cabeza a los miles de turistas que nos visitan, pero nosotros sabemos que el origen de esta pieza de cerrajería es otro.
Por último, decir que el asentamiento de esta cruz aquí no ha estado exento de competencia. Se estuvo barajando en su día la posibilidad de fijar aquí el monumento a Murillo que se expone en la Plaza del Museo por encontrarse por encontrarse por aquí los restos del famoso pintor sevillano.