La lampara del Teatro Lope de Vega

 

 El Teatro Lope de Vega volvió a manos del cabildo en 1985, y tres años después fue re-inaugurado con un concierto de la Orquesta Filarmónica de Londres, y desde entonces no ha cesado su actividad.

Hubo una profunda restauración durante estos años cuya autoría cabe adjudicarla a Víctor Pérez Escolano. Se le adapta la lámpara que correspondía al clausurado Teatro Coliseo España, con una envergadura de seis metros de altura por cuatro metros de diámetro. Para reutilizar esta imponente lámpara de araña que dominaba el patio de butacas del Coliseo hubo que adaptar su tamaño para su nuevo habitáculo más pequeño.

El Pabellón de Sevilla (Casino y Lope de Vega) carecía de una lámpara de esta categoría, ya que la de madera que en su día se le colocó fue destruida por un incendio. La reconversión del Coliseo, inaugurado en 1931, en sucursal bancaria permitió que su lámpara pasara desmontada a ser propiedad municipal. La Sevillana empleó tres meses en su rehabilitación e invirtió siete millones de pesetas de la época (42.000 euros). Todo el proceso se realizó con miras a su puesta a punto de cara a la Exposición Universal de 1992. Una vez terminado su arreglo, el acto de colocación consistió en el izado de la lámpara mientras se encendía. Desde entonces, este majestuoso elemento no ha bajado del techo del teatro. (http://elcorreoweb.es/historico/el-ayuntamiento-rehabilitara-26-anos-despues-la-lampara-del-teatro-lope-de-vega-LCEC737059)

El Consistorio ha invertido más de 55.000 euros para el adecentamiento y mantenimiento de este Teatro "tan importante y emblemático para la ciudad". De hecho, el año pasado también se realizaron obras de mejoras, en los baños y se cambiaron las instalaciones del aire acondicionado así como las obras que se llevaron a cabo en el entorno del Lope de Vega y el Casino.

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Pero ningún elemento ha sido tan significativo como la lámpara que un día englobaba el patio de butacas del Coliseo, y ahora domina el aforo del Lope de Vega.