Documentos fechados durante la ocupación mozárabe ya nos habían puesto en la pista de que La Giralda lucía los colores blanco y rojo.
Concretamente los ladrillos eran de color rojo y las llagas mostraban un blanco inmaculado. Esto ha sido ratificado con los trabajos de limpieza que se han llevado a cabo en la torre más importante de la ciudad, estos trabajos se reanudaran después de la celebración de la Semana Santa. Nunca se había tenido la oportunidad de examinar tan exhaustivamente el monumento sevillano, y es que con el andamiaje que se ha estructurado ha permitido un reconocimiento pormenorizado de la piedra de La Giralda. Como era de suponer se han encontrado restos de los primitivos pigmentos en época árabe. También se ha podido certificar el drástico y pésimo trabajo de mantenimiento que se realizó tras el terremoto de Lisboa de la primera mitad del siglo XIX, reforzando la piedra con suplementos de hierro, que no se perciben a simple vista. Pero esto ya es otra cuestión.
Se podría decir que El Arrebato ya se barruntaba algo cuando compuso el himno:”…La Giralda presume orgullosa…”.
Se podría decir que El Arrebato ya se barruntaba algo cuando compuso el himno:”…La Giralda presume orgullosa…”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario